lunes, 2 de agosto de 2010

Mío, mío, mío

Recuerdo que pasamos horas contemplando cómo las gaviotas 
lanzaban  almejas contra las piedras de la playa para partirlas y 
poder comérselas. Un espectáculo.
Eso y ver cómo se peleaban entre ellas por conseguir el botín 
cuando lograban partir alguna.
Siempre que veo gaviotas me acuerdo de la película Buscando a Nemo
En ella se hace una de las mejores representaciones que jamás he visto 
de lo que a mi me parece una gaviota.
Mío! mío! mío!



























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